Leather Goddesses of Phobos! 2 es un videojuego del tipo aventura gráfica desarrollado por la compañía Infocom, los genios detrás de la saga Zork, en el año 1992. Es la secuela del primer juego que originalmente estaba completamente basada en texto. Ésta segunda parte ya utilizaba un interfaz tipo "point&click" más amigable y acorde a la época.
Al comenzar el juego podremos elegir entre tres personajes diferentes con los que iniciar la aventura, aunque en términos jugables hay pocas diferencias. En cuanto al tema sexual, no va más allá de las imágenes que podemos ver en las capturas y algunos diálogos picantes.
El juego se distribuyó en disquetes, llegando concretamente a la friolera de 17 discos o 19 en la versión española.
En los sistemas operativos actuales es posible volver a jugar a este juego mediante dos posibilidades: o bien emplear un emulador de MS-DOS como Dosbox o la máquina virtual de SCUMM llamada ScummVM.
¡Warning! ¡Estado de sitio, todos al refugio militar! ¡UIIIIIIIIIIII UHHHHHH! (esto es una sirena de alarma). ¡Vienen los alienígenas! ¡Estamos en peligro, que Bruce Willis nos salve! ¡Esto es Mars Attacks! Y no voy tan desencaminado al escribir esto...
Hoy os traemos una aventura diferente, una pequeña obra maestra, un juego de culto, el cual quizás sólo aprecien unos pocos, o unos muchos... Yo no la descubrí hasta bien entrado los años y me quedé boquiabierto. Me mente no podía dejar de pensar: ¿Cómo es que no la conocía? ¿Cómo se me ha ocultado tanto tiempo? ¿Por qué? ¿Acaso es un Expediente X? ¿Acaso estamos en el pueblo de Rosswell? ¿Ha caído un ovni? ¿Ha ido el ejercito? Ahhh...
Al jugar a "Leather Goddesses of Phobos! 2" mi mente se relaja, todo le es conocido, todo le gusta, no piensa, sólo disfruta, actúa por instinto, tiene una sensación de Déjàvu.
Es una frikada, parece una película de Sci-Fi de Serie B, de culto, como he dicho antes. Algo al estilo de "Ed Wood", pero colorido, situado en la época de "Grease". En cualquier momento creo que va a aparecer John Travolta en el juego y se va a poner a bailar.
Es una delicia pasear por el pueblo, entrar en la barbería, en el cine, en el bar.
También me recuerda al pueblo de "Regreso al Futuro", al de Lorein, al que visita Marty antes del "Baile encantamiento bajo el mar". Y en cualquier momento también me puede salir el joven Biff, que nos perseguirá con esos coches tan bonitos de aquella época. Nosotros como siempre iremos en monopatín y le haremos chocar contra el camión de estiércol.
¡OJO! Pero a la vez los chicos, los creadores, los granujas de Infocom, le añadieron un toque picante a la historia. Si iban a poner unos alienígenas que no fuesen los típicos. Que fuesen unos que hipnotizasen a los los hombres, que los desarmasen sólo con la mirada. Así que no se les ocurrió otra cosa que convertirlos en unas bellas, sensuales, seductoras, viciosas y atractivas mujeres vestidas de cuero. ¡Esto es una obra maestra! ¡Qué mentes! ¡Qué visionarios! ¡Son mis ídolos! Crearon un cóctel perfecto. Se alinearon los astros y el resultado fue algo parecido a "Rocky Horror Picture Show".
Y por último, no por ello menos importante, me encantan los primeros planos de las chicas. Me recuerdan a los de Larry, al igual que su música sublime. Y ya que estamos a "Calles de Fuego"... Ahí queda eso.
En la secuencia final del juego se hace mención a un nuevo y último capitulo de la saga, que desgraciadamente nunca vio la luz.
En el despacho del taller de coches podemos ver la famosa foto de Marylin Monroe de la revista Playboy.
Dentro de la caja del juego encontrábamos una especie de conector que se podía colocar en el puerto paralelo del PC. El otro extremo del conector podíamos enchufarlo a unos altavoces para poder escuchar las voces digitalizadas si no disponíamos de una tarjeta de sonido.
En la siguiente imagen podemos observar algunos de los parecidos que nos recuerdan a la película "Rocky Horror Picture Show". En este caso nos referimos al Dr. Everett Scott.
Por su temática, "Leather Goddesses of Phobos 2" es un juego para adultos, que podrán apreciar el fino humor picante del que en todo momento los guionistas hacen gala.
