The Last Door es un videojuego del tipo aventura gráfica desarrollado por la compañía sevillana The Game Kitchen en el año 2013. Está dividido por capítulos que se van publicando a lo largo del tiempo mediante financiación personal de los propios jugadores.
Técnicamente muy cuidado en todos los detalles, y con una banda sonora que le va como anillo al dedo para complementar la gran ambientación, tiene, sin embargo, una composición gráfica simple con grandes píxeles que, contrario a lo que se pueda pensar, no hace más que generar una inmersión profunda del jugador, haciendo volar su imaginación creando en su mente los detalles que no se vislumbran.
La primera versión se podía jugar desde el navegador, utilizando tecnología Flash, pero posteriormente apareció la versión Coleccionista para plataformas PC, Mac y Linux. Finalmente se publicaron versiones para plataformas móviles iOS y Android.
Al ser un videojuego actual se puede jugar directamente en los sistemas operativos actuales.
¡Holita vecinitos! Hoy vamos a hablar de algo oscuro, algo tenebroso. Nos estamos refiriendo al juego The Last Door, un juego 100% Made in Spain. Es decir, obligado jugarlo y recomendarlo.
Pero ¡ojo! No me refiero a que haya que recomendarlo o jugarlo porque sea español. Es una razón, pero lo más importante es que es una joya, una obra maestra.
Nada más empezar el juego nos sugieren que la mejor manera de vivir la aventura es mediante unos auriculares y a oscuras. ¡Mamita! ¡Qué miedo! ¡Esto no va a ser Sam & Max! Así que yo he sido bueno y les he hecho caso. Y no pueden estar más en lo cierto, yo también recomiendo jugar de esta manera.
Ojo, a continuación voy a contar mis impresiones mientras jugaba. Habrá algún spoiler...
Arranca el juego con una música de tensión y ante nuestros ojos se dibuja una buhardilla lúgubre. En el centro de ella está nuestro personaje ataviado con una vestimenta de otra época.
Una cosa está clara, de esa buhardilla no puedo salir, así que hay interactuar con lo poco que tenemos: una cuerda, una viga de madera y una silla. No hace falta haber jugado a muchas aventuras gráficas para saber qué hay que hacer...
Todo encaja a la perfección, el sonido de la mader al crujir, el ruido al pasar la cuerda sobre la viga, el sonido mientras te estrangulas, los pies que se agitan en el aire y los brazos que caen sin vida por efecto de la gravedad. Mientrastanto, la música no para de sonar. ¡Con una introducción así como no voy a querer seguir jugando! ¡Malditos! ¡Qué habéis hecho! (Esto hay que leerlo pensando que soy Charlton Heston golpeando el suelo de rodillas en el final de la película original de El Planeta de los Simios) ¡Habéis llamado mi atención! ¡Todo parece una película, pero pixelada! ¡Y eso me gusta!
A continuación arranca una pequeña intro, donde aparece un cuervo (algo tramará...) posado sobre edificios antiguos. Estamos en 1891 y nos dirigimos a Sussex, Inglaterra, ¡es la época Victoriana!
Mi mente se vuelve loca, mis ojos se dilatan, mi boca se abre y una cámara imaginaria empieza a orbitar alrededor de mi cabeza con un primer plano. Estoy pensando en Sleepy Hollow, Jack el Destripador, Hitchcock, Psicosis, Los Cuervos, Laura Bow, Cluedo, Regreso al futuro (jejeje, esto me viene siempre a la cabeza, me lo tendría que hacer mirar) todo se cruza por mi cabeza a velocidad vertiginosa.
Voy a resumir porque sino esto se va a hacer demasiado largo. Sigo con la aventura y ahora nuestro protagonista es un amigo de juventud del ahorcado, ambos compis de un club rollo "El Club de los Poetas Muertos". Y como no tiene otra cosa que hacer, coge un tren rumbo a la mansión del ahorcado para descubrir qué ha pasado. Dicha mansión se encuentra en el campo, en medio de la nada, para dar mas miedo todavía. ¡Vamos a estar en Maniac Mansion!
A partir de aquí el juego se vuelve más oscuro. Hay que caminar solito por la mansión deshabitada, como el niño de "El Sexto Sentido". Hablando en serio, lo cierto es que andar con el personaje por la mansión da respeto, consiguen una atmósfera muy buena. Hay puertas cerradas, las cuales quieres pero a la vez no quieres abrir... Caminas por pasillos a oscuras alumbrándote con un farolillo, la madera cruje de nuevo con tus pisadas. Estás solo, pero a la vez sabes que no estás solo. Y hay que reconocer que la banda sonora lleva la aventura al siguiente nivel.
Por último hay que remarcar que la forma de interactuar con los objetos del escenario y el inventario es muy fácil e intuitiva, rápidamente vas avanzando y resolviendo puzzles. Así que... ¡A probarla!
La Banda Sonora Original está creada específicamente para la aventura por Carlos Viola. Las canciones del primer capítulo, llamado "The Letter", están disponible para descargar gratuítamente desde la web oficial del juego.
El juego incluye como mejoras de accesibilidad un tipo de letra especialmente legible para disléxicos (o personas con dificultades para leer) y un subtitulado completo de los sonidos ambientales y efectos, especialmente adaptados para personas con problemas de audición. En la siguientes capturas podemos ver una comparativa con dichas opciones activadas.
Durante la campaña inicial de Kickstarter el equipo desarrolló un prototipo jugable para poder comprobar el potencial del juego. Posteriormente se creó una segunda versión del prototipo con comentarios de los desarrolladores. Los dos prototipos se pueden jugar desde la web oficial del juego.
Después de conseguir llevar a buen término la campaña inicial de Kickstarter el equipo desarrolló una extensión del juego llamado "Hall of Fame" donde aparecían los donantes más importantes de la campaña pixelados como personajes con los que se podía interactuar. Se puede acceder a este extra desde la web oficial del juego.
A continuación se muestra el video "Diario del desarrollador", en el cual los creadores nos hablan sobre la inspiración y el proceso de desarrollo de la aventura.
En el siguiente video podemos ver una entrevista realizada al equipo de The Game Kitchen.
Por último podemos ver el tráiler oficial de lanzamiento.
Hay muchos elementos del juego que por definición te sacan de tu espacio de confort y te dejan psicológicamente incómodo, inquieto.
