Daughter of Serpents es un videojuego desarrollado por la compañía Eldritch Games en el año 1992. Utiliza un novedoso motor llamado SIGNOS (Scripted Interactive Graphic Novel Operating System) diseñado especialmente para juegos de rol donde el diálogo y la interacción con los personajes son especialmente importantes.
Debido a esto es difícil catalogar únicamente como una aventura gráfica al juego, puesto que tiene detalles de juegos de rol, como por ejemplo la creación inicial de personajes.
La primera versión se distribuyó en disquetes, pero posteriormente apareció una versión en CD que incluía como novedad las voces de los diálogos en inglés y algunas escenas extra. A ésta última versión le cambiaron el nombre y lo titularon "The Scroll".
En los sistemas operativos actuales es posible volver a jugar a este juego mediante un emulador de MS-DOS como Dosbox.
Bienvenidos a la nave del misterio, hoy en Delac Aventuras les hablaremos de un caso repleto de enigmas, de silencio. El silencio, como una nube oscura y densa que lo envuelve todo, con el objetivo de ocultarnos eternamente esta aventura que salió en 1992. Nos referimos a Daughter of Serpents. Quizás ninguno de ustedes haya oído hablar de ella, esto se debe a que nos encontramos delante del Santo Grial de las aventuras gráficas. Una aventura perdida en el tiempo, en el olvido, en una dimensión paralela, la cual nadie sabía si existía o no. Desconocíamos si había sido traducida a nuestro idioma. La gente leía y oía cosas y se preguntaba si esta aventura era mito o realidad.
Durante años no hemos parado de recibir testimonios en nuestro correo electrónico, afirmando que hace décadas vieron un artículo de Daughter of Serpents en una revista de la época, un pre-review, un avance, en el cual aparecían capturas de pantalla del videojuego. Es decír, el juego existió, y teníamos que encontrarlo.
Vamos a desvelar el misterio.
Éste fue el punto de partida de nuestra investigación: la revista. El primer paso que dimos fue buscar en nuestro archivo de revistas escaneadas de la década 1990. No sabíamos a qué revista se referían, ni a qué año en concreto. La labor fue dura, fue un proceso lento, sin embargo no desistimos nunca, incluso cuando parecía que las fuerzas nos abandonaban. Los días se volvían noches y las noches días. Sobrevivimos a duras penas. Nuestra única fuente de energía fueron unos Tang de naranja y unos flash de lima-limón.
Cuando creíamos que todo estaba perdido, cuando habíamos perdido toda esperanza, se nos apareció un niño envuelto en una luz divina, vestido con una gorra al revés a lo Príncipe de Bel-Air. No nos dijo nada, pero nos hizo mucha ilusión. A día de hoy todavía no sabemos si lo que vimos fue real o fruto de delirios producidos por el consumo sin control de Tang naranja.
Bueno, voy a parar ya.
¿Te gusta Laura Bow 2. The Dagger of Amon Ra?
¿Te gusta Heart of China?
¿Te gustan los gráficos guapos guapos, como de película?
¿Te gusta Indiana Jones?
¿Te gustó la película Cleopatra de Elizabeth Taylor?
¿Te gustaban los libros de misterio de "Elige tu propia aventura"?
¿Te gusta el jamón?
Pues entonces no hace falta que diga nada más. Ale, voy a prepararme unas galletas con Nocilla, que me ha entrado nostalgia. Luego me chuparé los dedos, pero no de un modo sensual y guarro, no penséis mal.
La aventura incluía dentro de la caja del propio juego un libreto llamado "The alchemist of Istanbul" que nos introducía en la historia mediante un juego de rol.
Gráficamente el juego tiene un estilo realista que consigue sumergirnos completamente en la Alexandria de la época. Por ejemplo en las dos primeras imágenes podemos ver el museo que en la realidad se corresponde con el museo greco-romano de la ciudad. Y en las dos siguientes podemos ver el puerto con la fortaleza de Quaitbay al fondo.
A continuación se muestra un video de la versión CD con voces en Inglés.
Daughter of Serpents lo tiene prácticamente todo para ser una verdadera película interactiva: maravillosos gráficos, guión atrayente que se adapta al personaje, impecable puesta en escena... pero al final sólo se queda en un cortometraje.